Como
ya se ha dicho, la idea de este blog es representar los conceptos económicos
vistos en clases en la vida práctica, dejando en claro como la teoría y los
conceptos cobran sentido empíricamente en cosas tan cercanas y simples como el
precio del pan o la gran variadas en tipos de té que ofrece un supermercado u
otro. Se observa acá como en general los supermercados de sectores periféricos
ofrecen una menor cantidad de variedades en productos como el pan, los huevos y
el té, aunque los precios son más accesibles al público. Por el contario los
supermercados del centro de la ciudad ofrecen mayor variedad en los mismos
productos, destinada a una demanda más específica (quizás ya escapando un poco
de la demanda de un producto básico y de primera necesidad y cayendo en el tema
de los deseos), aunque a pesar de
esto también ofrecen pan, huevos y té
del tipo más común al público, con precios muy similares a los de los
supermercados periféricos.
En la búsqueda del té, el pan
nuestro de cada día y huevos a la carta
A
pesar de que no hay una realidad absoluta respecto a ninguno de estos
productos, ni a su demanda, ni a su oferta, ni a sus precios, sí se puede decir
que hay algunos tipos de tendencias que marcan claramente estos mercados y su
comercialización en supermercados, tanto céntricos como periféricos. Como se
cita en estos trabajos y como comparte la mayoría de los que comentan las
publicaciones, la cantidad en tipos de té, pan y huevos ofrecida en jumbo del
centro es mucho mayor que la de unimarc de hualpén por ejemplo, respondiendo
esto a que el público que compra en el supermercado céntrico es mucho más
heterogéneo que el que compra en un supermercado de población. Como señala una
compañera en los comentarios, la heterogeneidad del público del jumbo se ve
reflejada en los trabajadores, estudiantes y residentes que compran en este
supermercado, contrastado con la homogeneidad del público que compra en el
unimarc de hualpén, que sólo consta de residentes que buscan (quizás de manera
similar que en un almacén) sólo productos para el día a día.
Quizás
un buen ejemplo de la diferencia de productos (y por ende de públicos) es la
gran variedad de tipos de huevos que se encuentra en el jumbo céntrico que
contrasta tan sólo con las tres variedades que ofrece el unimarc de hualpén.
Esto sorprende la verdad (como se lee en los mismos que hicieron la
investigación como en los que comentan) ya que incluso hay tipos de este producto
que no existe directamente en unimarc y sí existe y en abundancia en jumbo.
Siendo este producto en cuestión (huevos de codorniz) un ejemplo claro de que
el público del supermercado céntrico no tan solo busca productos básicos de
primera necesidad, sino que también apunta hacia el tema de los deseos, como señalábamos anteriormente.
Canasta múltiple y discusión general
de precios
Intentando
armar una canasta básica, ya sabiendo todo lo anterior, se consta de cuatro
parámetros válidos para determinar que variedades de productos constan o no en
una canasta básica de na familia chilena (claro, se intenta acá darle un
carácter nacional desprendido de un análisis previo local). Estos parámetros son
representatividad, permanencia, nivel de dificultad en la medición y hábitos de
consumo. A estos parámetros el grupo que plantea este tema le suma un quinto
parámetro, el que es compartido por la gran mayoría de los que comenta este
tema, el precio. Cosa que para nosotros no es de esa manera, ya que si se habla
de construir una canasta básica, o sea, de productos de primera necesidad (como
el pan, los huevos y el té) se entiende que son productos que
independientemente el precio y las circunstancias las personas los van a
consumir igual. De hecho se sabe que cuando aumenta el precio de los productos
básicos los consumidores dejan de consumir productos secundarios en vez de los
propios básicos.
Lo
anterior no dejando de lado que el tema del precio siempre es participe en un
mercado y factor clave, eso no está en discusión, si oferta y demanda dependen
y se ven influidos por él. Pero al hablar de productos de primera necesidad es
tema es lo anteriormente expuesto.
Cantidad y precios de los buses que
salen de Concepción en una semana normal
en un fin de semana largo
Resulta
interesante analizar cómo varía la cantidad demandada, la oferta y los precios
respecto a este tema. Es claro que la cantidad de buses que sale de Concepción
con destino a Chillán, Temuco y Santiago un día de semana normal es mucho menor
a la que sale un fin de semana o en la previa de un fin de semana largo. Esto
claramente demuestra la ley de la oferta y demanda. Cuando sube la demanda, la
oferta intenta cubrir las nuevas necesidades y alcanzar un nuevo punto de
equilibrio de mercado, y al no alcanzar a cubrir toda la demanda simplemente
sube los precios. Bueno, así resulta muy fácil y normal decirlo, pero cuando en
la práctica vemos que antes de un fin de semana largo los precios suben hasta
un 120% quizás se piense dos veces las leyes de la oferta y demanda. Es
demasiado que un pasaje de Concepción-Santiago suba de 8 mil a 18 mil en un fin
de semana largo, y la excusa que nos tocó ver a nuestro grupo por televisión es
más que interesante; un auxiliar de una empresa que hace este servicio
entrevistado por un periodista señala que el precio cobrado por ésta los fines
de semana largo es el precio normal, y
el precio del resto del año como baja la demanda el precio de “promoción”. A pesar de lo irrisorio de esta justificación
no deja de tener mucho sentido económico lo que él dice; sube la demanda suben
los precios, aunque quizás tampoco se justifica lo que a veces es un abuso de
estas leyes de mercado.
En
conclusión siempre es interesante contrastar la teoría con la empírea, hace más
dinámicos los textos y los datos y crea una cercanía y una empatía con los
contenidos. Con este blog se logra
comprender como la teoría económica afecta nuestras vidas de manera muy directa
y a veces silenciosa, condicionando cosas tan básicas como una canasta diaria o
como los pasajes de los buses interurbanos. Siendo los conceptos de mercado,
oferta, demanda, precio, entre otros, parte de nuestra propia interacción
diaria, como parte de distintos mercados. También es interesante apreciar cosas
que a simple vista no resaltan comola variedad de ciertos productos y las
diferencias de precios entre un supermercado y otro por ejemplo, y analizar las
razones económicas y teóricas de fondo, realizando análisis comparativos-sectoriales
y compartir diferentes comentarios y opiniones. La retroalimentación es la base
para absorber nuevos conocimientos y no la adquisición de estos de manera
lineal y unilateral.